miércoles, 17 de mayo de 2017

CURIOSIDADES DEL ENELDO

CURIOSADES DEL ENELDO 

CONDICIONES AMBIENTALES:

Planta herbácea, anual, rústica. Florece en abril-julio. Los frutos maduran en julio-agosto. La planta despide un pronunciado aroma. Clima templado o templado-cálido. Pleno sol y al abrigo del viento. Exposición cálida (a mediodía). Le perjudican los retornos del frío. Puede vivir bien en zonas bastante frías. Tolera la mayoría de los suelos si están bien drenados, prefiriendo los ligeros, permeables y profundos. 

MULTIPLICACIÓN:

Siembra directa en primavera y verano, siendo recomendable escalonar las siembras cada 2-3 semanas para asegurarse cosecha hasta el otoño. No tolera bien el trasplante. No se debe plantar cerca del hinojo, ya que se cruzan. Para tener un suministro continuo de hojas conviene escalonar la siembra durante toda la primavera y el verano. 

RECOLECCIÓN:

La corta de hoja se inicia cuando la planta tiene 20 cm de altura y continúa hasta finales de otoño. Se lavan antes del secado y después se mondan los peciolos. Se pueden ir recolectando hojas a medida que se necesiten, cuando han transcurrido dos meses desde la siembra. Las hojas secas se conservan en frigorífico una semana o guardar en un recipiente hermético, pero pueden congelarse frescas, bien enteras o bien picadas. Si se quieren utilizar las semillas para encurtir, se cortan, cuando están en la cabezuela, a la vez que las flores. Las que se van a utilizar para aromatizar o sembrar la primavera siguiente deben dejarse en la planta hasta que adquieran color pardo (agosto-octubre). Para obtener aceite esencial, se siega la planta cuando maduran los primeros frutos, a primera hora del día y con tiempo seco. Los frutos secos conservan su sabor durante un año.

PARTES ÚTILES: Frutos, tallos y hojas.

USOS CULINARIOS:

En cocina se usa sobre todo los tallos y las hojas de la planta fresca. Se utiliza como hierba de condimento en la preparación de vinagretas y marinadas. En general combina bien con todos los guisos de pescado y los hace más fácilmente digeribles. Las hojas picadas finas se usan en salsas con nata, quesos blancos cremosos, patatas al horno, carnes estofadas, etc. Hay que añadirlo al final de los guisos para que no pierda sus propiedades. Se utiliza también en ensaladas, sopas y verduras.
El fruto se usa para repostería y cocina (sobre todo en los países orientales). Las semillas sirven también para aromatizar vinagres y algunos panes, y mezcladas con yogur y cebollino son buenos acompañantes del salmón o bacalao frescos. También para los pepinillos en vinagre. Las flores se usan a veces para condimentar menestras y carnes y para conservas en vinagre (flores y frutos).
En Italia se comen los brotes jóvenes de eneldo (tallos frescos) como verdura. Semillas y hojas se introducen en vinagre para preparar vinagre de eneldo, con el que se conservan pepinillos y otros encurtidos.

PROPIEDADES MEDICINALES:

Es carminativa, limitando la acumulación de gases en el cuerpo y favoreciendo su eliminación, y de acción estomacal. Se emplea en caso de cólicos y otros trastornos intestinales. La adición de una pequeña cantidad de frutos a las infusiones es aperitiva y calma los nervios (efecto sedante). Los frutos también ejercen una acción favorable sobre la secreción láctea. 
Tiene también propiedades diuréticas, antihemorroidales, tónicas, antiespasmódicas y antisépticas.

OTROS USOS:

En perfumería se usa en jabones y pomadas. Su destilación proporciona un aceite esencial aromático con aplicaciones en farmacia (aromaterapia), en la fabricación de licores y bebidas aromatizadas y en cosmética.

CURIOSIDADES:

El aroma de la semilla del eneldo es suave, algo alcanforado y moderadamente amargo, y recuerda al de la alcaravea. El de su hoja tiene el mismo sabor, aunque más ligero y algo dulzón, con un toque alimonado.
Ya conocida por Dioscórides y mencionada en las Sagradas Escrituras, se sabe de su uso en época de babilonios y Asirios (II milenio a. C.). En el antiguo Egipto era usada como verdura y condimento. En la época romana los gladiadores se untaban con aceite impregnado de la planta para adquirir fuerza y resistencia. Pitágoras decía que si se tenía una rama de eneldo en la mano se evitaban los encantamientos y los ataques de epilepsia. En el siglo XVI, Matthioli (médico y botánico italiano) recomendaba el eneldo para apagar los fuegos del enamoramiento.

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