EL CILANTRO
Yo declaro que, de hoy en adelante
el Cilantro será más y otra cosa que un aroma.
Será más y distinto que un recuerdo.
Será puerta de entrada al alma viva
de cuestiones que apenas si enumero.
A saber:
los fuegos de artificio, en los pocos segundos de otro Enero.
Cristina Bieschke, mi todo indivisible.
La memoria con todos los que quiero.
Caludia y la dignidad de una pena.
Los hijos de un amigo. Una amistad que le reitero.
La madre de Alejo. La otra Silvia.
Los ascensores, las calles y los bares de Valparaíso.
La casa de Neruda.
Una mujer joven, levemente parecida a Alina.
Nuestros intentos por dar con el paradero
de una hija que está de vacaciones en Chile.
Los rasgos mapuches de de las chilenas.
La presunción de que el mar trajo gentes de las islas lejanas.
La sospecha de que las estatuas gigantes de Pascua
fueron hechas por otros que dominaban la luz
el tiempo y el espacio.
Las visiones anticipatorias de mi padre.
Los novios que todavía buscan caracoles
en las rocas de Reñaca.
Las novias que aún no encuentran a sus novios.
El viento del mar. El agua salada del mar. El ruido del mar.
La conciencia cósmica.
Ser parte del todo y ser todo en cada parte.
Un poco de pan. Una ínfima vasija con Cilantro.
De allí en adelante lo que se abre en mi vive a su antojo.
Yo sólo fluyo. Me dejo llevar y escribo un poco.
Sólo un poco de tanto.
Poema de Daniel Allaria Oriol.
http://www.islabahia.com/arenaycal/2013/202_marzo/poesia_daniel_allaria202.asp
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